21 junio, 2023

Amparo de Ángeles

Vagamente, apenas recuerdo el inicio. ¿Una explosión de luz? …infinitos colores y sensaciones, …la plenitud del todo, -dijo el hombre- pero cada vez me cuesta más recordar. La luz, la plenitud, ese primer instante, ¡hace tanto tiempo ya!…
¿Cuánto tiempo?
Ya casi no recuerdo...

Por eso vengo en tu ayuda, -dijo el ángel con voz clara y sonora- ¡debes confiar!

Mis extremidades, -dijo el hombre con angustia- ya casi no puedo moverme. Y siento muy dentro de mi pecho una extraña sensación, una falta, una necesidad, ...de nada, ...de todo …de algo que no conozco. ¡No sé, no me lo explico!

No temas hombre, -dijeron los ángeles al unísono- tu hora está llegando. Debes pasar por esto, a todos les llega. Todo debe cumplirse, como siempre se ha cumplido y como siempre se cumplirá. Algunas veces antes, otras algo después, pero el inexorable paso es necesario. No hay después sin este paso trascendente.

Tengo mucho miedo -dijo el hombre- ¿qué me espera? …¿cómo es el después? ... ¿pueden explicarme?

¡No! -dijeron los ángeles con potente voz de trompeta transformada en eco apenas desdoblado- ¡Es cuestión de Fe, sólo debes confiar! 
No hay distingo, no te puedes oponer. Cuanto más te opongas, con mayor fuerza se cumplirá. Cede al amor y confía en Él… ¡Él te guiará!

Pero yo no quiero, -dijo el hombre- ¡no quiero pasar por esto! ...aunque me encuentre en este estado, lo conozco, lo soporto. ¡No conozco lo que viene y tengo miedo!

¡No! -dijo uno de los ángeles- No se hará tu voluntad, querido hombre, sino la del Creador. 
Debes recordarlo siempre.

¡Ahora y también después! -agregó el otro ángel, con voz totalmente desdoblada y cada vez más lejana.

¡Después, después! -se quejó desorientado el hombre- ¿Después qué? ...el después no tiene sentido para mí, estoy aquí, ahora... y siento miedo! No quiero pasar por esto, por favor, te suplico ángel mío… ¡dame un poco de tiempo más!

¡No hombre, no! -responde el ángel cercano con extraña firmeza -¡Puja con fuerza, puja ya! ... ¡Puja por tu vida hombre, puja... puja! ¡No es momento de titubear!

-¡Puja! ... ¡Puja por tu vida, mujer! -se oye, desde lejos, la voz del otro ángel- ¡No lo quieras retener! Pártete en dos, desgárrate, sangra y sufre, que la Ley se cumple, para eso está.

¡Ya es hora de alumbrar!


De la serie "Reflexiones"
G. Porten

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